JAZZ /// Chet Baker
Solos de trompeta entre balidos de amor
CHET BAKER SINGS & PLAYS WITH.../// Chet Baker
The Entertainers, 1990
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El título entero, Chet Baker Sings & Plays with Sextet, Quartet and Orchestra, suena exhaustivo, pero carece de una referencia fundamental: Italia. Y tiene algo de trampa, porque diez de sus temas corresponden al disco del trompetista estadounidense con la anodina orquesta de Len Mercer y sólo siete a los que, con un concepto más jazzístico y también con sidemen italianos, se incluyeron en el álbum Chet Baker in Milan. O sea, más orquesta que combos, pese a que el sexteto firma la relectura de Cheryl, vínculo entre este apunte y el anterior de “Discos”, dedicado al estuche con más de diez horas de Bird y dos versiones de esa composición en la que hibrida bop y blues.
No puede considerarse éste uno de los mejores recopilatorios de las sesiones de estudio lideradas por Chet Baker en su errática trayectoria, pero refleja bien la época en que buscó refugio en Italia, donde actuó asiduamente y ganó dinero antes de ser encarcelado por su adicción a la heroína. Eso ocurrió en verano de 1960, un año después de haber grabado los cortes incluidos en este CD con las mejores expectativas de venta. A los aficionados al jazz trasalpinos, y aún a sus compatriotas simplemente fascinados por la nouvelle vague, les pirraba aquel trompetista guaperas con el aire atormentado de Dean y la silenciosa fanfarronería de Brando, capaz además de cantar con desconcertante dulzura. Y fue quizás esa condición de ídolo para buena parte de la juventud italiana la que propició el castigo ejemplarizante que le convirtió durante 16 meses en recluso de la prisión de Lucca, ciudad toscana en la que nació Puccini.
Las canciones de Chet Baker Sings & Plays with Sextet, Quartet and Orchestra adolecen de un empalago romanticón sólo amortiguado por esa peculiar entonación suya, no se sabe si fruto de una intensa dejadez o de una indolente intensidad. Los arreglos no le ayudan en absoluto, y Baker se limita a ejecutar una profesional tarea de aliño en standars cuyo títulos hablan por sí solos: cuando me enamoro, calle de los sueños, ojos angelicales, la canción eres tú, otoño en Nueva York, ramitos de violetas…Otra cosa son los cinco temas que interpreta en sexteto y los dos en cuarteto, con buenos solos suyos y de alguno de sus acompañantes. En esas composiciones representativas del bop y del cool de la Costa Oeste, como la ya mencionada de Charlie Parker, Tune Up de Miles Davis y Line for Lions de Gerry Mulligan, sí se reconoce al gran trompetista que fue Chet Baker, y además en una de las épocas felices de su jodidamente difícil vida, bien reflejada por Bruce Webber en el documental Let´s get lost.
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