JAZZ /// Discos

Cassandra en el tren del éxito

NEW MOON DAUGHTER /// Cassandra Wilson

Blue Note, 1995

....................

Tras haber dado con la clave del éxito en Blue Light til Dawn, Cassandra Wilson repitió fórmula en New Moon Daughter, otro título con perfume nocturno para una nueva demostración de su cálido embrujo vocal. Con este CD, el segundo que publicaba en Blue Note, la cantante sureña conquistó el primer puesto en la listas de Bilboard, algo fuera del alcance del saxofonista Steve Coleman, viejo compañero de aventuras neoyorquinas en M-Base Collective, quien durante ese mismo 1995 se adentraba en rumbos inexplorados del jazz de vanguardia, como atestigua el triple disco grabado en París de la reseña previa en este apartado.

 

La firme apuesta por la fusión, e incluso simplemente el pop, de New Moon Daughter queda mejor reflejada en la elección de los temas que en los arreglos y la interpretación. Los trece cortes mezclan una sorprendente variedad de estilos, pero la producción se ajusta a un mismo patrón: ritmo lento, fraseo relajado, preeminencia de los instrumentos de cuerda y como un repicado hipnótico de ese tono entre nostálgico y dolorido que tanto emociona en la voz de humo de Cassandra, retratada como una sirena (del Mississippi) en la cubierta. El CD incluye versiones de blues del delta, standars, country, rock y pop junto a cinco temas propios, con letras suyas, en los que hay más combinación de texturas musicales. Solomon Song, Find Him, Until, A Little Warm Death y Memphis demuestran la versatilidad creativa de Cassandra Wilson cuando comenzaba a consolidarse como una de las grandes vocallistas del jazz y la música popular de principios del siglo XXI.

 

El disco se abre con una sobrecogedora relectura del Strange Fruit de Billie Holiday y se cierra con otra, más templada, de 32-20, conocida pieza de Robert Johnson, el bluesman del legendario pacto con el diablo. Dos seres atormentados que enmarcan un disco vinculado por su autora a los ciclos de la luna, a los vaivenes en las relaciones humanas, a las fases de dicha y dolor que jalonan cualquier existencia. Junto a esas dos versiones, hay otras de gente con tanto peso y diverso recorrido como Son House (Death Letter), Hoagy Carmichael (Skylark), Hank Williams (I´m So Lonesome I Could Cry), Neil Young (Harvest Moon), U2 (Love is Blindness) y ...The Monkees. En este último caso, el tema elegido, Last Train to Clarksville, debía tener especial signficado para Cassandra Wilson, nacida 40 años antes en Jackson, a solo 200 kilómetros del destino del título, y del tipo de artista que nunca pierde un tren.

....................