Y ...UN CORTO ETCÉTERA /// Política

Del Calderón a la Moncloa

Entre las decenas de imágenes extra-futbolísticas que deparó la final Athlétic-Barça, me quedo con una: el deslucido palco del Vicente Calderón. Mucho delfín, mucho vicealgo y ningún personaje de incuestionable ringorrango. La prevista pitada de las dos aficiones al himno español desalentó a muchos de los figurones que chupan cámara en este tipo de espectáculos.

 

Rajoy y Rubalcaba no encontraron mejor fecha y hora para reunirse que las de una fiesta deportiva adjetivada en el Foro de periférica, nacionalista, antiespañola y lindezas semejantes. Los dos son dueños (y responsables) de sus agendas, pero doy por hecho que no habrían faltado a la cita si llega a presidirla el Borbón mayor y tampoco si el Real Madrid hubiera sido finalista. Soy malpensado, lo reconozco. Y quizás hasta desconsiderado, dada la dificilísima coyuntura (¿?) del país. De no haber mediado ese conciliábulo de tres horas, ¿cómo habrían podido el presidente y el jefe de la oposición tomar la crucial decisión de retomar los “contactos” (comillas de El País) para definir una posición común frente a la Unión Europea y la no menos fundamental de crear una comisión bilateral para la reforma de las administraciones?

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