Y...UN CORTO ETCÉTERA /// Fútbol

Final del juego

Si no fuera por la exhibición del Barça en la primera media hora, habría más que escribir sobre la polvareda en torno a la final de la Copa que de lo sucedido en el Vicente Calderón. Los muchachos de Guardiola saltaron al césped conjurados para brindarle una despedida memorable. Los de Bielsa comparecieron con un agudo ataque de tortícolis por su insistencia en mirar atrás para espantar los fantasmas de Bucarest e invocar los dioses de Old Trafford.  

 

Pep conquistó su 14º título en un partido mucho menor del que merecía su compromiso con el buen fútbol. Marcelo asumió la culpa del 3-0 con los circunloquios en los que acostumbra a escudarse. ¿Qué pintaba Javi Martínez en el medio del campo tras haber brillado toda la temporada en el eje de la defensa? ¿Por qué no contó con el imaginativo Herrera desde el pitido inicial? El rosarino se traicionó a sí mismo en el peor escenario posible. Sus pupilos parecieron estatuas de sal vestidas con la venerable zamarra del Athlétic.  

 

Si Guardiola se retira vacío, a Bielsa le aguardan largas sesiones en el diván de su psicoanalista. Y desaloje el banquillo de San Mamés o no, dispone de tiempo para varias relecturas de Final del juego, el relato de Cortázar sobre tres hermanas que juegan a estatuas y actitudes ante un tren que pasa.  

......................