Ferguson / Mouriño Conocido el mutuo respeto que se profesan, tras el partido Manchester United-Real Madrid resultó tan elocuente el silencio del escocés como la modestia del portugués. Que sir Alex Ferguson eludiera, por primera vez en sus 40 años como entrenador, una rueda de prensa figura ya en la pequeña historia del fútbol. Y que Jose Mouriño, eterno aspirante al banquillo de los reds, se mostrara recatado, también. Pero al final le pudo su carácter ponzoñoso, y sin venir a cuento le atizó al Barça. El obsedido personaje que es, o representa, sobrepasa hace tiempo el marco de estudio de los psicólogos deportivos.



Giggs / Varane Un extremo reconvertido en centrocampista de casi 40 años contra un defensa de menos de 20. Un británico con ancestros jamaicanos ante un francés de origen martiniqués. Una leyenda del fútbol mundial frente a una de las apariciones más fulgurantes en la alta competición futbolística. Ryan Giggs, The Welsh Wizard, el mago galés. Raphael Varane, todavía sin apodo, pero que a un compañero de la sub 19 francés, Thievy Bifouma, le recuerda a un monje. ¡Qué buena noticia para el fútbol que ambos jugaran todo el partido en Old Tradford!



López / Casillas Diego López fue decisivo frente al Manchester. Tanto en el primero como en el segundo encuentro hizo olvidar a Iker Casillas. Eso, en lo que respecta a la afición, porque Mouriño ni olvida, ni perdona. El entrenador se la tiene jurada a Iker. Como en las películas del oeste, no hay sitio para uno de esos dos gallitos en el Real Madrid de la próxima temporada.



Modric / Rooney Hay goles que no sólo deciden un partido, una eliminatoria o un campeonato, sino una carrera profesional. Luca Modric, por el que el Madrid pagó meses antes 40 millones de €, parecía condenado al traspaso por no haber cumplido ni de lejos las expectativas que generó su fichaje. Wayne Rooney, considerado de antemano titular en el once del United, sólo jugó durante la segunda parte. El británico saltó al campo poco después del croata, pero no tuvo el acierto de éste, autor de un gol tan bello como decisivo, aunque contra un adversario mermado. Consecuencia: el nombre de Rooney aparece ahora en el mercado de traspasos…



Ancelotti / Valverde En los banquillos del Parque de los Príncipes se sentaron dos técnicos muy diferentes. El cuerpo rotundo y el gesto adusto de Carlo Ancellotti, el tan laureado como conservador entrenador del Paris St Germain, simbolizaba el poderío económico de su club, financiado pródigamente por un jeque catarí. La liviandad física y la expresión astuta de Ernesto Valverde, responsable del Valencia, parecía sugerir que confiaba en su inteligencia táctica, además de la entrega de los jugadores, para superar la eliminatoria y ayudar de paso en la recuperación económica del club, arruinado por la acción concertada de directivos codiciosos y políticos megalómanos. Y el Txingurri estuvo a punto de conseguirlo…  



Soldado / Parejo El delantero llevaba protector en el antebrazo izquierdo y el centrocampista en el derecho. Roberto Soldado y Dani Parejo se vaciaron contra Thiago Silva, Lucas Moura, Javier Pastore y cía, pero les resultó imposible levantar el mal resultado de Mestalla. Parejo, jugador de gran técnica, perdió la pelota que dio origen al gol del Paris St Germain, y Soldado, espléndido rematador, no acertó en los  balones de los que dispuso.



Lavezzi / Benega Una cámara enfocó a los dos argentinos (en la foto, contra Brasil con la selección argentina) mientras abandonaban, abrazados y con el torso desnudo, el césped del Parque de los Príncipes. De similar estatura, pero algo más ancho el jugador del Paris St Germain, ambos lucían tatuajes en una proporción similar de su cuerpo. En ese aspecto no quedó claro quién ganaba. Sólo en ese. Con el balón en juego Ezequiel Lavezzi le dio un baño a Éver Banega, jugador de enervante intermitencia.



Juventus / Borussia Dortmund La facilidad con la que estos dos equipos superaron sus eliminatorias frente a Celtic de Glasgow y Shajtar Donetsk, respectivamente, aumenta su crédito de cara a la siguiente fase de la Champions League. Los italianos son capaces de ganar jugando a nada y los alemanes moviendo maravillosamente bien el balón, como demostraron en sus dos enfrentamientos con el Madrid en la liguilla.