Y...UN CORTO ETCÉTERA /// Fútbol

La Liga P & P

El fútbol español vive en una curiosa esquizofrenia. Los éxitos de la selección constituyen el haz del tinglado y la asombrosa parada de monstruos en el que se ha convertido la Liga, el envés. Un envés de lo más basto, por no decir putrefacto, delirante o bochornoso. Ya pueden conceder el desprestigiado Príncipe de Asturias del Deporte antes a la selección, ahora a Casillas y Xavi, el año próximo al equipo médico y el siguiente a la jefa de prensa. Da igual. Nada cambiará mientras el fútbol español sea feudo de plañideras y palmeros. Al comienzo de la temporada 2012-13 unas y otros integran las dos cofradías más potentes de la Liga Profesional de Fútbol, y por supuesto trabajan en comandita.


Los recientes gemidos públicos del endiosado Ronaldo no habrían pasado de ser considerados una pavada insustancial sin el fervoroso acompañamiento de los palmeros cristianos que, siempre enarbolando su supuesta condición de periodistas, comienzan todos sus artículos o intervenciones en radio o televisión con la leve crítica imprescindible para descargar acto seguido una inacabable retahíla de sandeces en su defensa. Evidentemente, la muchachada que jalea con idéntica desmesura a Messi le atiza al portugués de lo lindo, pero su palmeo a la contra suena tan furioso que sólo alimenta la algarabía payasa que se ha convertido en imagen de marca del periodismo deportivo español, tristemente sectario y vocinglero. Y mientras tanto, Florentino y Sandro, confabulados para seguir quedándose con su vergonzosa parte de león de los derechos televisivos, a costa de chupar la sangre del resto de clubs, no dicen ni pío. Bastante tienen con estrujarse los sesos para generar los recursos económicos con los que bañar una y otra vez en oro a niñatos celosos como Cristiano Ronaldo, quien, pese a ser un excepcional futbolista, cuenta con menos palmarés y juego que algunos de los compañeros a los que pretende someter y que bastantes de los rivales a los que desprecia o ningunea en público. 

 

La congregación de plañideras del fútbol español es intergremial. Está formada por futbolistas, entrenadores, directores deportivos, presidentes y hasta algunos árbitros, que al tener prohibido hablar arrugan con lágrimas de cocodrilo sus abracadabrantes actas. O sea, lloran todos, pero por distintas razones. Lo que hasta ahora no había ocurrido nunca es que un presidente llegara casi al llanto para demostrar su corazón desgarrado por la pérdida de un jugador. Uno, además, por el que su club había pagado 6 millones de € y que le ha reportado, seis temporadas después, 40 millones de €. ¡Ene bada! ¡Qué tragedia! ¡Qué desconsuelo! Josu Urrutia ha confesado en público que no puede entender de ninguna manera que Javi Martínez haya pagado su cláusula para irse al Bayern de Munich. A él, simplemente, ni se le pasa por la cabeza que alguien quiera dejar el Athletic de Bilbao. Ni a él ni a buena parte de la hinchada rojiblanca, con algunos políticos nacionalistas ejerciendo en este caso de palmeros. Y por lo que parece, hasta se medio creen lo que dicen con sus medias palabras o con las enteras, penosamente vocalizadas por Urrutia en rueda de prensa. ¿Qué le pasa a esta gente? ¿En qué mundo viven? ¿Cómo es posible que Urrutia y el resto de lumbreras rojiblancas entendieran perfectamente que un chaval de 17 años quisiera dejar Osasuna para ir al Athletic, y que ahora no comprendan que, consecuentemente, decida abandonar ese club para militar en otro más potente? ¿Por qué utilizan siempre las varas de medir que se ajustan a sus intereses del momento? A mi, seguidor de Osasuna, no me escandaliza que el Athletic venga a Pamplona, ponga dinero sobre la mesa (cuando lo pone, porque a veces sólo enseña su glorioso escudo) y se lleve a quien quiera jugar (o sea, ganar más pasta) en Bilbao, ya que el fútbol profesional camina por esos derroteros, nos guste o no. Pero sí me escandaliza que, dada la experiencia que el Athletic acumula al respecto, no acepte que otros clubes se comporten del mismo modo que él lo ha venido haciendo casi desde el primer remate al poste de Pichichi.

 

Por favor, basta de ridículo. Que alguien meta en cintura a esta infame cohorte de plañideras y palmeros. Ni aunque el Real Madrid tuviera la cuarta parte del señorío que reclama, cosa que está por ver, se merecería contar en su plantilla con un tipejo como Ronaldo. Y ni aunque el Athletic fuera la cuarta parte de especial de lo que presume, cosa que también está por ver, se merecería un presidente como Urrutia.

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