El título y el subtítulo de este disco lo convierten en idóneo para inaugurar un apartado en el que pretendo saltar de un elepé o un CD a otro sin orden ni concierto, sólo guiado por las conexiones que quiera o sepa establecer. O sea, algunas, preferiblemente muchas, “visiones de jazz”, narradas como si se tratara de un “viaje musical”.

La cubierta es fea con ganas, pero se trata de un recomendable doble CD que data de finales de los noventa y cuenta, además, con el respaldo del libro de igual título del crítico neoyorquino Gary Giddins, quien seleccionó los 38 cortes y explicó las razones que le habían llevado a elegirlos. Incluye una gran mayoría de temas e intérpretes indiscutibles y, como no podía ser de otra manera, una pequeña porción de elecciones dictadas por los gustos del compilador, y seguramente por los intereses del sello discográfico.

Están casi todos los grandes: desde Louis Armstrong y Duke Ellington hasta Ornette Coleman y Cecil Taylor pasando por Fats Waller, Lester Young, Thelonius Monk, Miles Davis, John Coltrane… Hay temas cantados por Billie Holiday, Sarah Vaughan, Dinah Washington, Frank Sinatra, Nat King Cole y hasta Cassandra Wilson, pero se echa a faltar la voz inigualable de Ella Fitzgerald. La versión que el inmenso Fats Waller hace de A-Tisket-A-Tasket, una de sus contadas composiciones, no consigue llenar ese vacío.

Visions of jazz. A Musical Journey contiene algunas joyas que refuerzan su valor como compilación histórica: Thelonius, la primera grabación de Monk, que data de 1947; un A Night in Tunisia que registraron ese mismo año Dizzy Gillispie y Charlie Parker; un desnudo Detour Ahead que Billie Holiday interpretó en 1951…Y el resto de temas son también condenadamente buenos. Entre todos constituyen un excelente compendio de todo un siglo de jazz.     

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